Como bien sabemos, la calefacción es un bien fundamental en los hogares durante los meses de invierno, porque así podemos mantener el hogar con una temperatura agradable. Podemos encontrar diferentes tipos de calefacción, por eso es interesante conocer los sistemas que existen para así elegir la opción más adecuada para cada hogar.
Estufas de pellet
Se trata de uno de los tipos de calefacción más económicos y rentables. Las estufas de pellets son dispositivos de calefacción que utilizan pellets de madera como combustible para generar calor. Los pellets de madera son pequeñas piezas de madera comprimidas y envasadas en sacos que se alimentan en la estufa mediante un sistema automático.
Las estufas de pellets funcionan mediante la combustión de los pellets, que se produce en una cámara de combustión controlada. El calor generado se transfiere al aire que se encuentra en la estufa y se distribuye a través de una serie de conductos hacia la habitación donde se encuentra instalada la estufa.
Estas estufas son una opción cada vez más popular como fuente de calefacción alternativa a los sistemas de calefacción tradicionales. Son eficientes, limpias y respetuosas con el medio ambiente, ya que utilizan un combustible renovable y emiten muy pocas emisiones nocivas. Además, son programables y se pueden controlar a través de un termostato, lo que permite ajustar la temperatura y el tiempo de funcionamiento según las necesidades de cada hogar.
Calefacción de gasóleo
Es un tipo de calefacción muy extendida, y es que se caracteriza por su eficiencia. Calienta con mucha rapidez espacios grandes, suponiendo un coste más bajo en comparación con otros sistemas.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la vida útil de la caldera de gasóleo suele ser inferior a la de otros sistemas de calefacción, además del mantenimiento que supone, porque se quedan restos de gasóleo en la caldera, la cual requiere una limpieza cada cierto tiempo para evitar riesgos.
Junto con lo mencionado, no debemos olvidar que el gasóleo es un componente muy contaminante, y emite emisiones de CO2, lo que afecta al medio ambiente.
Calefacción eléctrica
La comodidad de la calefacción eléctrica es que se puede instalar en cualquier lugar y región, y es una energía que no produce ningún tipo de olor o gases. A pesar de esto, puede ser un tipo de calefacción un poco costosa como consecuencia del alto precio de la electricidad.
Lógicamente es una buena elección para aquellas zonas en las que no se necesita mucha potencia o en las que no es necesario que esté encendido durante mucho tiempo para calentar el hogar.
Podemos destacar diferentes tipos de calefacción dentro de la eléctrica:
- Caldera eléctrica: este tipo de caldera calienta el agua que envía a una red de radiadores de agua caliente o a una instalación de calefacción por suelo radiante. No genera gases, y su instalación es muy sencilla, pero aun así supone un gasto elevado por su alto consumo.
- Radiadores eléctricos: con estos sistemas, se convierte la electricidad en calor mediante resistencias. El mecanismo de funcionamiento puede ser acumuladores de calor, convectores o radiadores de fluidos.
El consumo puede ser elevado y la tarifa eléctrica tiende a ser más cara que otros tipos de calefacción.
- Emisores térmicos: estos aparatos se fijan en las paredes y actúa mediante la conexión red eléctrica, a través de la resistencia interna que calienta y da calor. Es una buena solución para calentar zonas concretas del hogar.
Funciona mediante inercia térmica, conservando el calor durante más tiempo además de la comodidad de que se puede programar. A pesar de esto, el calor que genera puede durar menos tiempo en la estancia.
- Bomba de calor: es una solución muy buena porque permite tener calefacción en invierno y aire acondicionado en verano. Así se logra abaratar la inversión sumándole los pocos cuidados que requiere.
El calor que produce se disuelve con más facilidad, por eso es más recomendado para zonas calidad. hay que tener en cuenta el precio alto de su instalación y el ruido del ventilador.
Calefacción de gas
Uno de los tipos de calefacción más utilizados en España, caracterizada por ser una energía eficiente, limpia y que puede llegar a cualquier sitio. Se puede emplear tanto para la calefacción, la cocina y el agua caliente, funcionando mediante caldera y radiadores para ofrecer un calor homogéneo por toda la casa.
Podemos hacer referencia al gas natural o al gas propano, donde el primero está disponible para las poblaciones más grandes mediante la red de distribución y para las zonas más pequeñas o alejadas se emplea el gas propano.
La vida útil de la caldera de propano es mucho mayor en comparación con otros sistemas de calefacción y el mantenimiento que requiere es menor. Además, es una de las alternativas más económicas.
Estufas
Las estufas se consideran un tipo de calefacción muy cómodo, porque no supone ninguna instalación o inversión previa, solo su compra. En el mercado podemos encontrar una gran variedad de estufas que tienen diferentes tipos de combustible, siendo las más usadas el butano, la biomasa, eléctricas o de leña.
Según el tipo de estufa que se use, se encontrarán diferentes ventajas e inconvenientes. Por ejemplo, las eléctricas no producen humos ni gases, pero el poder térmico es menor a otras. Las de leña tienen un combustible más barato, sin embargo, son más contaminantes y las de gas tienen una gran potencia y rendimiento, pero el mantenimiento de estas es mayor.
Calefacción de biomasa
Con este sistema, el calor se consigue a través de la combustión de materiales como la leña, los pellets u otros combustibles naturales. Tienen un funcionamiento muy parecido al de otras calderas, que generan calor por la combustión y lo transmiten a un circuito de agua. Las estufas de leña y de pellets son muy parecidas, pero las de pellets están pensadas para calentar espacios más pequeños.
Este tipo de calefacción destaca porque es una fuente de energía 100% renovable que se obtiene a partir de materiales orgánicos, que lo hace más barato. Pero también hay que tener en cuenta que el rendimiento de este sistema puede ser inferior a otros.
Aerotermia
Podemos considerar aerotermia como el sistema que extrae la energía del aire para producir calor en verano y refrigeración en verano. Es una energía renovable que ofrece un rendimiento alto a un precio bajo. Aunque sí que es cierto que el precio en su instalación puede ser más alto que el de otros sistemas.
Según el tipo de estancia o de hogar, debemos pensar en el sistema que puede ser más adecuado, aprovechando al 100% el rendimiento. Los diferentes tipos de calefacción pueden ofrecer diferentes ventajas e inconvenientes, por eso es interesante conocer en profundidad el funcionamiento de cada uno y hacer la instalación que sea más adecuada.